La pasión de cristo ha sido y sigue siendo una película que conmueve corazones en todas las esquinas del mundo. Mel Gibson consigue hacer llorar hasta el corazón más duro y a la cabeza más egoísta la hace pensar. Pienso que una de las ideas que podía tener el director era que el espectador cuando saliera de la sala al ver la película, hubiera recibido la inspiración suficiente para hacerse más preguntas. El fin de esta película es ese... llegar a cada uno de nosotros y mostrarnos (de una manera a lo mejor un poco exagerada pero auténtica) como fue, lo que sufrió por nosotros... LO QUE NOS DEBE INSPIRAR
Puede que muchos de los milagros que dice la Biblia sean los motivos por los que muchas personas no tienen fe; pero pensad: No son cosas concretas ni exactas, no es que halla multiplicado los panes y los peces; tenemos que aprender a mirar con otros ojos. A ver lo que de verdad nos quiere decir.
"En aquel tiempo Jesús se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción: Escuchad. Una vez salió un sembrador a sembrar. Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida por no tener hondura de tierra; pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó. Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto. Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento. decía: Quien tenga oídos para oír, que oiga. Cuando quedó a solas, los que le seguían a una con los Doce le preguntaban sobre las parábolas. Él les dijo: A vosotros se os ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone. Y les dice: ¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, entonces, comprenderéis todas las parábolas? El sembrador siembra la Palabra. Los que están a lo largo del camino donde se siembra la Palabra son aquellos que, en cuanto la oyen, viene Satanás y se lleva la Palabra sembrada en ellos. De igual modo, los sembrados en terreno pedregoso son los que, al oír la Palabra, al punto la reciben con alegría, pero no tienen raíz en sí mismos, sino que son inconstantes; y en cuanto se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumben enseguida. Y otros son los sembrados entre los abrojos; son los que han oído la Palabra, pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden y ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Y los sembrados en tierra buena son aquellos que oyen la Palabra, la acogen y dan fruto, unos treinta, otros sesenta, otros ciento."
Personalmente, esta es la parábola que más me ha llegado. Que ciegas somos nosotras las semillas, que en cima que podemos elegir donde crecer, no elegimos bien. Abramos los ojos y apreciemos lo que, como Mel Gibson, y otras muchas personas no intentan enseñar. A NOSOTROS MISMOS